Diana Blanca tuvo su germen en los años 90. Francisco Javier Medrano, un entonces joven abogado de Albacete cuya pasión era el fútbol, fue su fundador. De las ganas de querer ayudar a los jugadores a crecer en todos los sentidos, nació Diana Blanca. Hoy en día la agencia cuenta, además, con la ayuda de su hijo, Juan Medrano, y de decenas de colaboradores por todo el país que hacen el trabajo mucho más fácil para el representado. La agencia tiene situada su sede en el centro de Albacete.
El último paso dado hacia la consolidación ha sido la apuesta por el fútbol base y jugadores de categorías inferiores. Este firme respaldo a la cantera del fútbol español ha dado como fruto una estructura sólida de captación de jóvenes promesas, los llamados a ser futbolistas profesionales en el día de mañana.
El desarrollo personal y profesional del jugador es lo más importante para nosotros. Con el objetivo de enriquecer la vida del deportista a nivel personal, un grupo de miembros de Diana Blanca llaman y ven a lo largo de la semana al jugador y a su familia. Como representantes de jugadores, nos preocupamos, en todo momento, por el estado del jugador a todos los niveles: estudios, fútbol…